El distrito de kreuzberg, en Berlín, aglutina galerías de arte y una buena parte de la creatividad de la capital alemana… También es el lugar elegido por Nomos Glashütte para realizar su trabajo creativo. Es ahí donde se localiza Berlinerblau, el estudio de diseño de la firma relojera, concretamente a dos horas y treinta minutos en coche de Glashütte, la localidad fronteriza en la que los relojes Nomos ven la luz físicamente. Y aunque pudieran parecer mundos totalmente diferentes, la realidad es que se complementan a la perfección para ofrecer una forma de entender la relojería tan diferente como indivisible. La combinación de 175 años de fabricación relojera y un diseño moderno y contemporáneo es la que está detrás de una de las empresas –casi 150 premios– más reconocida en término de diseño.  

un centenar de esferas  Es uno de los elementos llamativos en esta agencia creativa. Cien variaciones de esferas de Nomos  Glashütte delicadamente  colocadas en un panel de terciopelo negro. Están desde las ediciones especiales como la “esfera de picnic” de guinga a la edición de Tokio con números Kanji; y un Tangente con doble impresión que comenzó como un error de producción  y terminó como una edición especial aniversario.
Un centenar de esferas
Es uno de los elementos llamativos en esta agencia creativa. Cien variaciones de esferas de Nomos Glashütte delicadamente colocadas en un panel de terciopelo negro. Están desde las ediciones especiales como la “esfera de picnic” de guinga a la edición de Tokio con números Kanji; y un Tangente con doble impresión que comenzó como un error de producción y terminó como una edición especial aniversario.

Berlinerblau sigue la estela de la filosofía Nomos Glashütte y no es un estudio de diseño al uso; habría que hablar mejor de una agencia creativa en la que el diseño es un mandato y también una necesidad en la que participan tanto personal de la casa como diseñadores externos que han convertido el antiguo espacio industrial en el que se ubica en un auténtico torbellino de ideas. En Berlinerblau trabajan cerca de 40 personas –en Glashütte son 260 las personas que convierten el diseño en realidad mecánica–, y  además de diseñadores de producto hay redactores, editores, fotógrafos, programadores y gestores de proyectos. Un universo multidisciplinar unido por un objetivo: crear un excelente diseño y una pasión, la que procuran los relojes mecánicos. 

espacio multidisciplinar  Un antiguo espacio industrial en el distrito Kreuzberg de Berlín, en la segunda planta, es el lugar habilitado por Nomos Glashütte para dar rienda a su creatividad. Y no son solo los relojes los protagonistas, también las campañas informativas o el desarrollo de elementos complementarios como las correas. Un verdadero espacio multidisciplinar.
Espacio multidisciplinar
Un antiguo espacio industrial en el distrito Kreuzberg de Berlín, en la segunda planta, es el lugar habilitado por Nomos Glashütte para dar rienda a su creatividad.

El diseño, su esencia, se descubre también en detalles de la oficina, como el mosaico de maquetas de Tetris de varios colores que cubre una pared junto a la entrada; o la señal de neón azul en el pasillo con las palabras ‘Ahoi Glashütte’, que ilustró el stand de Nomos Glashütte en la edición de 2013 de Baselworld; y, por supuesto, las luces colgantes en forma de nubes de papel gigantes, diseñadas por Frank O. Gehry, que los trabajadores de Berlinerblau las definen como “las nubes de buen tiempo sobre Berlín”.

espacio multidisciplinar  Un antiguo espacio industrial en el distrito Kreuzberg de Berlín, en la segunda planta, es el lugar habilitado por Nomos Glashütte para dar rienda a su creatividad. Y no son solo los relojes los protagonistas, también las campañas informativas o el desarrollo de elementos complementarios como las correas. Un verdadero espacio multidisciplinar.
Y no son solo los relojes los protagonistas, también las campañas informativas o el desarrollo de elementos complementarios como las correas. Un verdadero espacio multidisciplinar.

De la plantilla existente en la ciudad alemana,  una docena de empleados se dedica en exclusiva al diseño, que se complementa como decíamos, con la colaboración con diseñadores externos de renombre como, por ejemplo, Mark Braun. Otros son una idea original de los diseñadores de producto de la casa, encabezados por Michael Paul y Thomas Höhnel. El primero tiene claro que la dimensión de la compañía es importante para entender el trabajo que realizan: “nuestras conversaciones son muy directas, lo cual es especial y en eso influye que Nomos es una marca independiente. Otras empresas tienen muchas reglas sobre lo que pueden hacer y lo que no; aquí es mucho más fácil”.

la filosofía de la independencia  El éxito de Nomos Glashütte no se halla solo en su particular visión del  diseño, con su limpieza y esencialidad como elementos indiscutibles, sino también porque en su filosofía de marca se encuentra impreso el deseo de hacer las cosas siempre siguiendo su instinto, sin fijarse en lo que hacen los demás. Eso también es un síntoma inequívoco de su independencia.
La filosofía de la independencia
El éxito de Nomos Glashütte no se halla solo en su particular visión del diseño, con su limpieza y esencialidad como elementos indiscutibles, sino también porque en su filosofía de marca se encuentra impreso el deseo de hacer las cosas siempre siguiendo su instinto, sin fijarse en lo que hacen los demás. Eso también es un síntoma inequívoco de su independencia.

Lo que no cambia es el tiempo necesario para hacer realidad un reloj. El trabajo en Nomos Glashütte es tan concienzudo que antes de que la idea inicial se pueda poner en la muñeca, tiene lugar un proceso que suele llevar años. En primer lugar, el diseño del nuevo reloj se dibuja por ordenador, aunque a veces se sigue haciendo a la manera tradicional, a mano. 

Cuando se alcanza una estética general aceptada por todos –no faltan los intensos debates–, se crean los prototipos: primero de plástico, luego de latón y, por último, de acero. Trabajar mano a mano con los relojeros durante este proceso es esencial. Por lo general, suele haber un periodo de discusión entre los expertos en Glashütte y nuestro personal de diseño en Berlín. 

una empresa en constante crecimiento  En Berlinerblau trabajan alrededor de 40 personas; en Glashütte son 260. La directora de Marca de Nomos, Judith Borowsky recuerda cuando llegó a la compañía, en 2001, que “en aquel momento la empresa era todavía muy pequeña: había unos 13 compañeros en Glashütte y sólo 3 en Berlín... ¡ahora estamos cerca de 300!”.
Una empresa en constante crecimiento
En Berlinerblau trabajan alrededor de 40 personas; en Glashütte son 260. La directora de Marca de Nomos, Judith Borowsky recuerda cuando llegó a la compañía, en 2001, que “en aquel momento la empresa era todavía muy pequeña: había unos 13 compañeros en Glashütte y sólo 3 en Berlín… ¡ahora estamos cerca de 300!”.

Y es que si la relojería es un mundo de pequeños detalles, qué se puede decir de esta primera parte del trabajo. La realidad de una nueva creación  depende de los detalles más nimios, de fracciones de milímetros.  

Thomas Höhnel, la fuerza creativa tras el modelo deportivo Ahoi de Nomos Glashütte, es el diseñador sénior de producto de Berlinerblau. Graduado por la Universidad de Artes de Berlín y por el Instituto de Arte y Diseño de Londres, Höhnel también trabaja en el diseño de correas,  hebillas, herramientas y embalaje. 

un proceso lento  Los cambios en Nomos Glashütte se llevan a cabo de forma lenta, sin prisas. Algunos diseños pueden tardar seis meses, un año.... En realidad, se emplea el tiempo que sea necesario para no fracasar en el intento y que reciban la aprobación de todos los que intervienen en el proceso creativo.
Un proceso lento
Los cambios en Nomos Glashütte se llevan a cabo de forma lenta, sin prisas. Algunos diseños pueden tardar seis meses, un año…. En realidad, se emplea el tiempo que sea necesario para no fracasar en el intento y que reciban la aprobación de todos los que intervienen en el proceso creativo.

Lo que más le gusta de su trabajo es el desafío de diseñar algo que se adapte a la muñeca: “Como un arquitecto que siempre trabaja a escala y solo ve su diseño una vez completo, pero al contrario: siempre dibujas y piensas en grandes dimensiones pero el reloj acabará siendo relativamente pequeño”.

Cuando el diseño de un reloj está casi terminado, se inicia el trabajo creativo del resto de departamentos de Berlinerblau. Porque aquí se gestan todos los aspectos que rodean al lanzamiento de un reloj: nombre, eslóganes, campañas de publicidad, fotografías de los productos y un largo etcétera marcado siempre por la creatividad, incluida la formación de los equipos de venta. Para descubrir el valor y el crecimiento registrado en Nomos Glashütte, basta el comentario de la directora de Marca de la compañía, Judith Borowski: “Llevo en Nomos desde 2001;  en aquel momento la empresa era todavía muy pequeña: había unos 13 compañeros en Glashütte y sólo 3 en Berlín… Ahora estamos cerca de 300”.

El Metro tiene unos rasgos definidos: 

esfera de trazos delicados, cristal abovedado y relieve de puntos en la corona

Todos ellos componen una larga cadena, perfectamente engrasada, que ha permitido el nacimiento de piezas emblemáticas, fieles con el estilo esencial de la compañía y que han conquistado a diseñadores y, lo que es más importante, a un público creciente. Uno de los creadores con los que la compañía ha establecido una relación muy especial es Mark Braun. El diseñador berlinés está detrás de la línea Metro y, por supuesto de su variante número 14, el Update presentado este año. Braun lo tiene claro, su objetivo es “diseñar cosas que le resulten familiares a la gente aunque sean completamente nuevas”. Y ha sido nuevamente fiel a su lema con el Metro neomatik 41 Update.  La familia Metro de Nomos Glashütte representa a una serie de relojes casi arquetípicos, con su esfera de trazos delicados, el cristal de zafiro abovedado y el relieve de puntos en la corona. Ahora más grande con sus 41 milímetros, este nuevo Metro fue para Mark Braun un desafío que le permitió “afrontar de manera creativa una complicación especial”.

Y qué decir del Tangente, una referencia necesaria para entender la filosofía Nomos y que ha obtenido importantes reconocimientos a lo largo de una dilatada presencia en el mercado. Pero hay que detenerse en el último galardón, obtenido con su Update: el Green Good Design Award 2021 al diseño de producto innovador y sostenible.

El Good Design Award del Chicago Athenaeum distingue desde hace 70 años diseños fuera de lo común y se lo considera el premio de diseño más importante del mundo. Nomos Glashütte había sido galardonado hasta ahora en seis ocasiones, pero este Green Good Design Award de nuevo cuño, destaca aquellos productos que no solo son bellos sino además sostenibles. Para Nomos Glashütte es la cuarta gran distinción que recibe el Tangente Update (después del Grand Prix d’Horlogerie de Genève, el iF Design Award y el European Product Design Award).

La lista podría crecer, porque en cada ejercicio creativo que comienza en Berlinerblau hay un proceso de transformación, tan sutil como la forma en que se interpreta el tiempo en una casa que a pesar de su juventud, ha sabido crear su propio espacio de expresión. Una compañía que rompe moldes porque no siempre lo que parece sencillo es lo menos complicado.

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