Los relojes de forma siempre han sido una apuesta arriesgada pero al mismo tiempo diferente, con un atractivo especial. Cuando además la caja es cuadrada, entonces nos encontramos con pocas creaciones que asumen tal riesgo. En Nomos Glashütte están acostumbrados a lanzar sus propios retos, y eso incluye las cajas… cuadradas. Es lo que asume en una de sus colecciones, Tetra, que ahora además se declina con un calibre neomatik. Lo hace en una propuesta que rinde homenaje a los 175 año de relojería en Glashütte y que se presenta en cuatro tonalidades diferentes: blanco roto, rojo, azul y negro. La misma precisión artesanal de siempre, pero empleando nuevos colores y ofreciendo también un nuevo aspecto. Fabricadas con una técnica cuyo efecto es muy similar al del esmalte, las esferas bajo el cristal de zafiro no son solo bellas sino que ofrecen un llamativo juego de contrastes.

dar forma al tiempo  Los relojes de forma son complicados de entender y muchas veces de aceptar por la mayoría del público. Esa dificultad se incrementa cuando la caja es totalmente cuadrada... menos para Nomos Glashütte.
Dar forma al tiempo
Los relojes de forma son complicados de entender y muchas veces de aceptar por la mayoría del público. Esa dificultad se incrementa cuando la caja es totalmente cuadrada… menos para Nomos Glashütte.

El color no es algo nuevo en la colección Tetra, pero no es menos cierto que hasta ahora Nomos Glashütte  había ofrecido variaciones de color mucho menos intensas, tal vez más sutiles, y además lo había hecho en el Tetra de cuerda manual. Parece que con estas nuevas creaciones, que además llegan en forma de ediciones limitadas de 175 piezas en cada uno de los colores, las reglas del juego han cambiado: estos cuatro modelos disponibles no son simplemente relojes automáticos planos y elegantes, sino también propuestas con un punto extravagante  y sobre todo con una personalidad diferente. Incluso se podría decir que resultan algo provocadores.

en toda su expresión  La introducción del calibre automático no resta un ápice de precisión al ya tradicional comportamiento de las mecánicas de Nomos Glashütte. Toda una expresión de fiabilidad.
En toda su expresión
La introducción del calibre automático no resta un ápice de precisión al ya tradicional comportamiento de las mecánicas de Nomos Glashütte. Toda una expresión de fiabilidad.

Los nuevos colores que lucen las esferas de este nuevo Tetra son el rojo, azul, negro y un tono crema blanquecino, que en la firma denominan Off White. En su creación se ha empleado una técnica cuyo resultado es muy similar al que proporciona el esmalte. El resultado es una superfice opaca que no absorbe la luz recibida, sino que la refleja, lo que le proporciona un efecto de mayor profundidad. En lo que respecta a su forma y tamaño, los nuevos modelos no son ni masculinos ni femeninos, sino que han sido planteados para todo el mundo, una tendencia cada vez más presente en las creaciones relojeras.

En realidad, lo que han pretendido en la marca sajona es plantear algo que está presente en su ADN: el inconformismo. “Los relojes son más atrevidos que llevar zapatillas con una chaqueta”, afirma Heike Ahrendt, gerente de productos de Nomos Glashütte. Una forma de expresar que cuando plantearon esta intensidad en las tonalidades de la esfera tenían en mente que el producto resultante tenía como destinatarios gente moderna y segura de sí misma que no sigue las modas –desde ejecutivas a artistas de NFT, pasando por jóvenes políticos o estrellas de YouTube–. Según Ahrendt, “puede que esto sorprenda a alguien, pero es lo lógico”. Al fin y al cabo, a pesar de ser una empresa, Nomos Glashütte siempre ha seguido su propio camino, especialmente en el territorio estético.

el fondo de zafiro permite observar el desempeño del calibre DUW 3001, Regulado según los valores de un cronómetro. El rotor bidireccional aporta 43 horas de autonomía
El fondo de zafiro permite observar el desempeño del calibre DUW 3001, Regulado según los valores de un cronómetro. El rotor bidireccional aporta 43 horas de autonomía

Pero sin olvidar el apartado mecánico. Precisamente, el fondo de cristal de zafiro del Tetra permite observar en toda su plenitud el desempeño del calibre DUW 3001. Regulado según los valores de un cronómetro, el rotor de cuerda bidireccional proporciona una reserva de marcha de 43 horas y el sistema de oscilación garantiza una correcta precisión cronométrica. Esto quiere decir que estos nuevos relojes añaden una cronometría que nada tiene que envidiar a la de los modelos Tetra de cuerda. Y después hay que mencionar los detalles que hablan por si solos del estilo alemán de su trabajo: desde la placa tres cuartos típica de los relojes de Glashütte al grabado del movimiento. Un elemento distintivo más: cada uno de los movimientos están numerados individualmente en oro. Hablamos, por otra parte de un movimiento ultraplano, como se comprueba al contemplar el perfil lateral del Tetra neomatik, y se convierte en una nueva demostración de las capacidades que va atesorando en su crecimiento como marca Nomos Glashütte.

Con esta nueva edición limitada a 175 unidades para todo el mundo de cada una de las versiones, Nomos Glashütte da un paso más en su forma de entender la relojería. Hay un detalle más que completa la estética del Tetra neomatik: una hebilla desplegable une la dos partes de la correa ‘rembordé’ (hecha de Horween Genuine Shell Cordovan, engrasada a mano y granallada).

Nomos Glashütte ha dado un paso más en su trayectoria singular en la relojería, donde va gestando su propio territorio de expresión y dando siempre pasos hacia adelante. El resultado son nuevos diseños como éste, nuevos clientes, diversos pero al mismo tiempo exigentes, que buscan experiencias que les hagan y les manifiesten diferentes.  Y eso no está al alcance de todo el mundo.

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